El finde del 3 y 4 de junio organizamos en Pontevedra una nueva edición de la Gladiator Race con más de 2000 participantes.
A Illa das Esculturas volvió a llenarse el sábado de gladiadores que pusieron a prueba sus límites en la VIII Gladiator Race. En total fueron más de 2000 entre niños y adultos los que se enfrentaron a un circuito salpicado de obstáculos
Desde las 15.00 horas, las orillas del Lérez acogieron a cientos de gladiadores y gladiadoras que fueron agolpándose en las líneas de salida. Sus caras reflejaban la tensión y la adrenalina acumuladas ante los varios kilómetros de obstáculos que les quedaban por delante.
Fue a las 16.00 horas cuando comenzó la carrera en la modalidad Gladiator Warrior con más de 8 kilómetros y 35 obstáculos. Los corredores de la categoría élite, competidores habituales en carreras de crossfit y deportes similares, fueron los primeros en llegar a la meta. Les siguieron los demás corredores del resto de categorías que figuran en la modalidad Warrior, organizados de 100 en 100 con salidas periódicas cada 15 minutos.
Poco después, a las 18.30 horas, les tocó el turno a los demás inscritos en la otra modalidad de la prueba, de menor dificultad: los Gladiator Rocket, que constaba de un recorrido de aproximadamente 6 kilómetros con 25 obstáculos donde los corredores partían en diferentes tandas, siendo la última a las 19.30 horas.
A continuación se procedió a la entrega de premios que clausuraba el evento alrededor de una hora después. Los tres gladiadores y equipos más rápidos de cada categoría recibieron sus trofeos, además de la medalla y la camiseta ‘Gladiator Finisher’ otorgada a los que lograron finalizar la prueba.
Correr, nadar, levantar pesos, escalar, hacer equilibrios o hasta atravesar los bajos de un coche son solo algunos de los retos a los que se tuvieron que enfrentar los competidores dando paso así a la jornada del domingo en la que los más pequeños de la casa entraban en acción.
Una edición más, la Gladiator Race culminó con cifras récord, demostrando que las ganas de superarse no están circunscritas a deportistas de élite, sino que cada vez son más los aficionados y aficionadas que se apuntan a vivir una experiencia estimulante con familia o amigos.